Hoy día, recorrer distancias es un aspecto que básicamente se realiza en automático. Te subes a tu auto y te concentras en lo que harás al llegar, “¿cerré la llave del gas?” o “esa canción en la radio me encanta”; sin embargo, si pensáramos en el largo camino, los miles de kilómetros en el tiempo que el automóvil ha recorrido para llegar a nuestras manos, ¿terminaríamos de imaginarlo cuando lleguemos a nuestro destino?

Lo más probable es que no.

Desde el modelo de automóvil a vapor de William Murdoch en 1784, hasta la idea del “Génesis” completamente impreso en 3D, el trecho es bastante amplio.

Automóvil de William Murdoch 1784

La tecnología trae a la vida grandes ideas segundo a segundo. La actualización es un tema que ya no se discute. La competencia, el Mercado, la demanda de necesidades y, ¿por qué no?, extravagancias, impulsan a ir más allá.

Tocas la manija de la puerta y ésta ya cuenta con herramientas cada vez más equipadas. Introducir la llave, colocar un chip cerca, incluso usar la huella digital para abrirla son cuestiones que han evolucionado porque en el concepto tecnológico nada se detiene. ¿Te imaginas poder usar el reconocimiento de iris para pararte frente a la ventanilla y abrir tu coche?, “clic” y ya está. El futuro no queda muy lejos.

Decía Platón que lo que hoy podemos tocar alguna vez estuvo en el “Mundo de las ideas”, todo concepto se materializó para tenerlo tangible. Por ello, pensar en automóviles con la capacidad de cambiar sus refacciones de manera simple, puesto que se utilizan impresoras 3D para obtenerlas, no es tan descabellado si se piensa así.

En 1801 Richard Trevithick condujo un vehículo en el Reino Unido, poco más de 100 años antes de Henry Ford. De hecho, cuando pensamos en automóviles, uno de los pensamientos habituales aparte de “quisiera tener uno mejor que el que tengo” es “Ford inventó el automóvil”, ¿y por qué es así?, porque en la escuela lo asociamos de tal manera, pero no es de tal forma. Existen contribuciones detrás de eso: Josef Bozek que construyó su modelo impulsado con aceite en 1815, Etienne Lenoir que fabricó su coche con un motor de combustión interna en 1860. Por otro lado, Charles E. Sorensen, Clarence Avery, Ed Martin y Walter Flanders implementaron ideas que dieron paso al fordismo.

Sin embargo, la era de los automóviles, el rugido de los motores por las calles norteamericanas y de allí al mundo se lo podemos atribuir en gran medida a Ford.

Línea de ensamble Fordiana

¿Qué pasó después de eso?, una era para el automóvil que no se ha detenido desde entonces, todo el mundo fue invadido por diferentes modelos automovilísticos. Cada año más y mejores lanzamientos. Por ejemplo, Mustang desde 1961, nacido de la búsqueda del auto casi perfecto: más ligero, más sencillo, más accesible. Con accesorios, carrocería y color llamativos. Hoy, a más de 50 años de haber surgido, sigue con modificaciones más y más innovadoras. Significa elegancia, dinamismo, clase y futuro a la vez.

La tecnología es un ente que permite mejorar todo con lo que convivimos. Por ello, si hablamos de automóviles, aparte de imaginar un coche más ostentoso del que tenemos, tenemos el pensamiento de que sea económicamente más rentable, que tenga mejores ventajas: más espacio, más llamativo, más rápido. En conclusión: más, más, más…

Antes del año 2002, el Diseño 3D como herramienta para mejorar la inventiva de automóviles era un asunto básicamente no conocido, mucho menos creer en la tecnología de impresión 3D para revolucionar el mundo de la producción en masa de los mismos.

Divergent 3D

En la actualidad, existen los ya creados bajo estas herramientas: tenemos el Divergent 3D con el 25% de sus piezas impresas en 3D que lo hacen 90% más ligero; el Lotus 340R, 60% impreso en 3D con tecnología FDM, cuenta con la ventaja de que tiene piezas fácilmente reemplazables si tan sólo se imprimen; el ya mencionado Génesis, aún en prueba, con el 100% de sus piezas impresas y las ventajas de que, al imprimirse en una sola pieza, elimina el proceso de uso de herramientas para su ensamblaje, por ende ahorra recursos y beneficia al medio ambiente.

Y, por si fuera poco, el expresidente Obama presentó un modelo 75% impreso en 3D, el Shelby Cobra 56.

Obama presentando el Shelby Cobra 56

Para esta nueva era, Ford nos vuelve a sorprender, utilizando el Diseño y la Impresión en 3D para la producción en masa. Sí, Ford lo vuelve a hacer.

No muy atrás, otras compañías como Honda se unen a la contienda por la nueva Revolución 4.0

Así que, cuando te subas a tu automóvil y pienses si cerraste bien la puerta de tu casa, igual podrías pensar en que el siguiente auto que tengas tendrá más del futuro puesto en tus manos.

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