En un abrir y cerrar de ojos nos cambió la vida; una pandemia mundial nos ha contenido por más de un año, y ahora, a mediados del 2021, por fin comenzamos a ver la luz al final del túnel. La pandemia por Covid-19 destruyó muchos sectores sociales, pero también construyó otros y solidificó, en gran medida, a la tecnología 3D en el área médica.
Antes de que esta pandemia llegara, los alcances de la tecnología y la impresión 3D eran conocidos por sus grandes avances y aportes médicos, pero no imaginábamos que esta industria se utilizaría para fabricar objetos de la vida diaria.
¿Te has cuestionado cómo se realizaron los prototipos de las caretas que hoy utilizas?, ¿cómo fueron impresos?, ¿a qué pruebas se sometieron los ventiladores y respiradores empleados en los hospitales?, todas estas preguntas y más, se contestan con la siguiente respuesta: tecnología 3D.
Las soluciones 3D hicieron frente al gran desabasto de insumos médicos que enfrentaba el mundo entero, pues al ser una situación imprevista y de rápido alcance internacional, desarrollar y fabricar de manera “tradicional” era impensable debido al gran empleo de tiempo y falta de materia prima.
Un ejemplo claro fu el estado de Nueva York, el cual, en su momento más crítico, llegó a necesitar hasta 30 mil ventiladores para los pacientes en estado crítico. Obtenerlos rápidamente implicó un gran desafío, pues los hospitales se disputaban los pocos existentes.
Ante esta situación, ingenieros de varios fabricantes de impresoras 3D desarrollaron, de la mano de investigadores del Northwell Health, el mayor proveedor privado de atención médica de Nueva York, máquinas de respiración que salvaron la vida de más de 50 mil personas.
Así mismo, GSE Biomedical, cliente de Intelligy, es un claro ejemplo de desarrollo e ingeniería en 3D, pues participó en el desarrollo del primer ventilador mecánico invasivo para atención a pacientes Covid, el cual ha sido exportado a países Latinoamericanos y del Caribe; hecho que no hubiera sido posible sin SOLIDWORKS.
La impresión 3D ha dejado un precedente para el mundo médico: salvar vidas
Su gran libertad y adaptación permiten fabricar una gran variedad de equipos, adaptándose a múltiples industrias, pero específicamente en la industria médica, es de reconocer que antes de esta pandemia, dicho sector ya empleaba la impresión 3D de forma recurrente precisamente por sus capacidades de personalización, inmediatez y flexibilidad, cualidades necesarias para hacer frente al Covid-19 de la mejor manera: salvando miles de vidas.
La fabricación aditiva estuvo a la altura de la pandemia, pues diversas empresas, según medios internacionales, utilizaron impresoras Stratasys para el combate del Covid-19. En marzo de 2020, la compañía anunció la movilización global de recursos de impresión 3D para combatir dicha situación, cuyo principal reto fue imprimir suministros desechables a los profesionales de la salud.
De igual manera, la impresión de molduras de plástico ayudó al ensamblaje de protectores faciales, mismos que son anunciados directamente en la página de Stratasys dedicada a la COVID-19.
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Impresión 3D para hospitales y centros de salud
A finales de febrero de 2020 se dio la primera aplicación de impresión 3D para combatir a la pandemia, creando salas de aislamiento con fabricación aditiva pues la falta de espacio en hospitales de China dio paso a que un brazo robótico montado sobre rieles instalados creara, en menos de 2 horas, salas de 10 metros cuadrados con altura de 2,8 metros, mismas que fungieron para aislar a pacientes infectados.
A principios de abril de ese mismo año, algunas empresas ya habían utilizado la impresión 3D para fabricar hisopos. Estos instrumentos que recogen muestras de mucosa en la realización de la prueba de Reacción en cadena de la Polimeras (PCR por las siglas en inglés de Polymerase Chain Reaction), para detectar si el paciente se encuentra infectado o no. Así, varias empresas estadounidenses utilizaron la impresión 3D de resina para este fin, llegando a crear hasta 150 mil hisopos nasales al día.
Sin duda alguna, una de las aplicaciones más importantes de la impresión 3D en esta lucha, fue el desarrollo de protectores faciales, utilizados principalmente por e sector médico, quienes estaban expuestos al virus de manera diaria.
Algunas empresas mostraron su apoyo diseñando un modelo 3D de código abierto para que todas las personas que contaran con una impresora 3D pudieran fabricar desde sus hogares y así agilizar el proceso de distribución de dicha indumentaria.
La doctora Claudia Holguín, radióloga chihuahuense, explica la importancia de que las caretas protectoras, realizadas con impresión 3D, cuenten con ciertas especificaciones, tales como: el largo adecuado de la parte protectora; el soporte cerrado de la parte frontal; los materiales utilizados, etc. Te invitamos a ver este video en donde, con tecnología 3D, modificamos una careta para hacerla lo más óptima posible, siguiendo las recomendaciones de la especialista.
Mejora de careta con SOLIDWORKS
A casi 2 años del inicio de la pandemia, hoy, la tecnología 3D ha marcado un precedente en el mundo, pues logró que la sociedad en general se concientizara de la eficacia de esta industria, fungiendo como un gran aliado para combatir una de las pandemias más grandes de la historia moderna.
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